miércoles, 4 de junio de 2014

Jueces


Nuestras faltas y yerros los sopesa cada juez con distinta tesitura. La amistad, generosa, leal y pura, por no ser imparcial es mala jueza. La conciencia, que juzga con dureza, atormenta y condena al responsable. Mis amigos hidalgos y entrañables, disimulan, discretos, pero siento que me absuelven de culpa en el momento en que el juez interior es implacable.

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