Lo llamarán “doctorcito”
al principio, con cariño.
¡Recuerdo cuando era un niño
vivaracho y seriecito!
Y un augurio me permito
(no temo ser imprudente)
¡será capo entre excelentes,
profesor y doctorado,
profesional destacado
por saber y don de gentes!
La carrera de doctor
en verdad nunca termina;
pide atención, como mina
que se sabe de valor.
Y a Maxi le sobra amor
para esa dama absorbente,
gratificante, exigente,
que se llama Medicina.
¡A ella Maxi le destina
su corazón y su mente!
Hugo, 1-7-05
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