Funcionarios de
la Ciudad de Buenos Aires
Funcionarios de
importancia
que de garcas
tienen alma
nos encajan
“zonas calmas”
diseñadas a
distancia.
Y los humos de
arrogancia,
malos gases
espontáneos,
se acumulan en
los cráneos
de esos genios
que inauguran
ciclovías de
pintura
en lugar de
subterráneos.
Descubrieron la
receta
y la fórmula
perdida
de la calidad de
vida
en la noble
bicicleta.
Y que el auto se
lo meta
cada cual donde
prefiera,
aunque falto de
cochera
el vecino en
rebeldía
puteará a la
ciclovía
hasta el día en
que se muera.
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