jueves, 17 de noviembre de 2016

Darwin


Darwin

(Sobre iniciativa e ideas del Dr. Jorge Mazzoni, para su hijo Maxi)

De carne su cuota
el cañón cobró
y la sangre dio
su postrera gota.
Golpeó la derrota
en aciaga hora.
Son huesos ahora
bajo crucifijos
los caídos hijos
que Argentina llora.

FAL fueron fusiles,
Krupp fueron cañones,
De heroicos aviones,
fueron los misiles.
Los pechos viriles
pelearon las tierras.
Pero el puño cierra
y aprieta los dientes
la rabia inocente
que perdió la guerra.

Ululantes vientos,
largos contraluces
donde frias cruces
gimen sufrimientos.
Y un suelo irredento
sembrado de minas
por donde caminan,
inmunes y hostiles,
los fantasmas viles
que usurpan Malvinas.

La Patria doliente
descansa su espada
y la voz sagrada
de un pueblo se siente.
Es eco potente
continente arriba.
Que su gloria escriba
el historiador
y grite el clamor:
¡Que la Patria viva!

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