La muerte, con disfraz de carnaval, prepara, mientras bailan
los mortales, el corso y los cortejos funerales,
la máscara y la mueca del
final.
...el pan dánoslo, ...líbranos del mal, ...perdónanos
las deudas de la fiesta. La murga suena trágica y funesta, y cae el antifaz que cubre el drama cuando hay que devolver lo que reclama un Dios que no
regala. Sólo presta.
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