miércoles, 5 de noviembre de 2014

Chapa lustrada






Chapa lustrada 1 El doctor Jorge culmina su labor asistencial, ya guarda la credencial y deja la medicina. No se sacará de encima, sin embargo, el juramento y tendrá en cualquier momento que asistir a alguna urgencia o al eterno hincha-paciencia  medicarle el mal aliento. 2 Jorge, gran profesional y magnífico colega, a sus méritos agrega el de conocer su umbral. Tiene un código moral que le impide el macaneo y antes del senil babeo, con setenta primaveras, abandona la trinchera del honesto puchereo. 3 Consultorio en primer piso. Dilema en el interior: ¡¿Quién vendrá a darle valor al esfuerzo que se hizo?! Imagina un torpe aviso: “Vendo consultorio chiche”. En su adentro un seco espiche “Retiráte...” le susurra... “Ya tenés que dar las hurras”. “Saludá y cerrá el boliche”. 4 Consultorio de su viejo que no va a atender su hijo. Ve el final a plazo fijo. Lo clausura, con festejo y hay detrás de su gracejo sentimientos encontrados. Un tranvía del pasado le atraviesa la zabeca. Una lágrima se seca tras la esquina que ha doblado. 5 Consultorio:... Su epopeya cubrió 2 generaciones. Consultorio:... Hay nubarrones en el cielo de su estrella.Y al ocaso van con ella los diplomas y sus glorias, y las fichas con memorias de pacientes que enfermaron,  que sanaron, que rezaron, que lloraron sus historias. 6 Consultorio nostalgioso de la práctica privada, de la chapa bien lustrada, del respeto religioso. Alto, umbrío, silencioso, como un templo... que en su rito, rito íntimo y bendito entre médico y paciente, llamará: “pase el siguiente” vanamente al infinito. 7  Consultorio malherido de difícil curación, en el barrio institución de prestigio bien habido donde Jorge, agradecido, tuvo techo y ocasión para su honda vocación por el arte de curar. ¡ CONSULTORIO FAMILIAR ! ¡ BIEN CUMPLIDA LA MISIÓN !

1 comentario:

  1. Grande Hugo!!

    Ya te dije otras veces que tus versos tienen el poder de trasladarme.
    En esta ocasión, desde Suiza, donde me encuentro físicamente, paraíso del capitalismo, tramoyas financieras, especulaciones inescruspulosas, y jupis usureros, viajé a la cálida y sentida despedida de mi padre de su profesión médica.
    Gracias Hugo. No dejes de escribir.

    Alex.

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