martes, 10 de abril de 2018

Tus ojos


Si tus labios son culpables
de promesas olvidadas,
más lastiman tus miradas
tan cortantes como sables.
Ni los dardos implacables
de tus cínicos “te quiero”
ni tus besos embusteros
hieren hondos y filosos
como lo hacen, impiadosos,
de tus ojos, los aceros.