Hoy enfrento un mal jodido
que me quiere doblegar.
No soy hombre de arrugar
o qué mierda se ha creído.
No me rindo ni aún vencido,
tengo el alma bien templada
y el apoyo de la hinchada
enemiga del mal bicho.
¡No carajo, no está dicho
que él me gane la pulseada!