sábado, 18 de junio de 2016

Día del padre




Es tu sangre, en mis venas, la que fluye

y tu aliento, en el mío, el que aún respira.

Tu mirada, Papá, es mía y mira

ese vértigo atroz del tiempo que huye.

En mi bruma tu imagen se diluye.

¿Qué hay, Papá, más allá de la neblina?

No es tu paso en la casa el que camina,

no es tu voz, tu palabra, tu consejo,

no es tu asombro por ver a tu hijo viejo.

No sos vos, es mi amor que te imagina.