Como
ven aquí llegué
con el
cuerpo castigado
y en el
“Club del Limitado”
ya me
dieron el carné.
Las cargadas
del café
me
bautizan “retirado”
pero en
tiempo despejado,
con pronóstico
propicio,
todavía
tengo oficio
para
hacer algún mandado.
He aprendido en mi
campaña
a bailar con la
fulera.
Perder, pierdo
con cualquiera
pero zafo con las
mañas.
Esquivando la
guadaña
mientras trato de
durar,
de patrón perdí el
lugar,
de memoria ando
algo flojo
y camino un poco
cojo
por tirarme del placar.