sábado, 20 de febrero de 2016

Septuagenario




Como ven aquí llegué
con el cuerpo castigado
y en el “Club del Limitado”
ya me dieron el carné.
Las cargadas del café                
me bautizan “retirado”              
pero en tiempo despejado,       
con pronóstico propicio,           
todavía tengo oficio
para hacer algún mandado.

He aprendido en mi campaña 
a bailar con la fulera.                
Perder, pierdo con cualquiera
pero zafo con las mañas.
Esquivando la guadaña
mientras trato de durar,
de patrón perdí el lugar,
de memoria ando algo flojo
y camino un poco cojo
por tirarme del placar.

El carro fileteado


El carro fileteado

Brilla el carro fileteado
con tu orgullo en el pescante
y el reflejo rutilante
del caballo enjaezado.
Carga el flete acomodado
bien o mal, como pudiste,
una bronca que escondiste,
una pena que callás
y un rencor masculla atrás:
“No le digas que me viste”


Hugo C. Mazzocchi          facebook.com/dormiria

La humildad nos hace superiores

   La humildad nos hace superiores