Que una
puerta cerrada para tu ansia no te cause ni enojo ni lamento. No permitas que el
triste desaliento menoscabe tu aplomo y tu elegancia. Manteniendo tenaz perseverancia
tu momento de gloria se hará cierto. Con planetas en línea y al concierto de coros
que en el cielo cantarán, cien trompetas unísonas dirán que la puerta del baño se
te ha abierto.